En la etapa de la vejez, las personas van a experimentar un sentimiento de pérdida del control sobre aspectos importantes de su vida, esto hace referencia a los cambios que se efectúan debido a la edad, para los cuales no existe método que lo revierta. Las personas mayores pueden experimentar problemas con la vista, audición y otros cambios físicos característicos a la etapa del envejecimiento pero también presiones externas como por ejemplo, recursos financieros limitados. Estos y otros asuntos como sumados suelen dejar emociones negativas como la tristeza, la ansiedad, la soledad y la baja autoestima, que a su vez conducen al aislamiento social y la apatía.
En todo lo antes mencionado si el adulto no recibe ayuda profesional psicológica puede traer consecuencias más graves como lo es la depresión crónica o la depresión que es recurrente y persistente. La depresión crónica tiene consecuencias físicas y mentales que pueden complicar un problema de salud existente de una persona adulta y desencadenar nuevas preocupaciones.
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