Entendemos como jubilación la interrupción definitiva de la vida laboral activa debido a la edad o a situaciones laborales o de la salud que nos obliguen a adelantarla. Los tipos de jubilación existente (voluntaria o involuntaria, anticipada o en el tiempo marcado, completa o parcial) influirán en gran manera a la nueva vida, donde la persona experimentará la pérdida del rol profesional, que en algunos casos conlleva a una pérdida de reconocimiento, siendo una de las principales implicaciones de la jubilación. Es frecuente que dicha pérdida de reconocimiento se asocie también a una pérdida de estatus con la consecuente reducción de ingresos por lo que no es de extrañar que la jubilación de como resultado un estrés emocional importante o una merma de la autoestima.
Para afrontar la jubilación en primer lugar la persona debe comprender que ya terminó el período de trabajo y que debe proponerse realizar otras actividades que lo mantengan ocupado y reemplacen el vacio que el dejar de trabajar en una entidad le demanda.
Para afrontar la jubilación en primer lugar la persona debe comprender que ya terminó el período de trabajo y que debe proponerse realizar otras actividades que lo mantengan ocupado y reemplacen el vacio que el dejar de trabajar en una entidad le demanda.
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